Este proyecto consiste en una pieza de mobiliario que los padres pueden usar para educar a sus hijos durante su infancia en valores como la responsabilidad y el orden. Al tratarse de un objeto físico, los niños dispondrán de un elemento visual de referencia en el que ellos mismos, o con la ayuda de sus padres, podrán almacenar sus juguetes y peluches una vez hayan sido usados, e incluso depositar su ropa sucia hasta que se vaya a lavar. Su disposición en 2 partes (colgador y bolsa) permite cierta flexibilidad a la hora de ir recogiendo los diferentes objetos por la habitación, al mismo tiempo que facilita la tarea de transporte, especialmente de la ropa, desde el dormitorio hasta el cuarto de la colada. Del mismo modo, los diferentes materiales y texturas disponibles para el mobiliario lo hacen compatible con cualquier habitación infantil, y junto con su estética, inspirada en las tortugas marinas, lo convierten en una solución divertida, personalizable y educativa.