El mundo está en crisis, estamos en medio de una pandemia, las cosas están cambiando, ahora tenemos que usar máscaras y hacer frente a encierros.
Las mascarillas desechables son una solución y están funcionando, pero traen consigo un problema, su impacto ambiental.

En febrero, en una playa en Hong Kong se encontraron 70 mascarillas a lo largo de 100 metros de costa y 30 más aparecieron una semana después. En el Mediterráneo, según los informes, se han visto mascarillas flotando como medusas.

A pesar de que a millones de personas se les ha dicho que usen máscaras faciales, se ha brindado poca orientación sobre cómo desecharlas o reciclarlas de manera segura y a medida que los países comiencen a eliminar las restricciones de bloqueo, se necesitarán miles de millones de mascarillas cada mes en todo el mundo. Sin mejores prácticas de eliminación, se avecina un desastre ambiental.

En respuesta a ese problema, se presenta VITAE, una colección que busca proteger al usuario de los microorganismos patógenos del medio, reutilizable, sostenible y sin dejar atrás la estética. La colección utiliza textil antimicrobiano, material que evita la infección cruzada de microorganismos patógenos, utilizado en batas médicas.

La bufanda VITAE funciona tanto como fufanda, mascarilla y guantes desmontables. Tiene protección para manos y brazos. Confeccionada en tejido antimicrobiano y transpirable.

El Poncho VITAE es versátil funcionando también como máscara. El patron está inspirado en la vida caribeña, fue diseñado a partir de dibujos en acuarela de conchas recolectadas en las playas de Baní, República Dominicana. Las letras del reverso son del famoso poema dominicano En Ruinas, de la poetiza dominicana Salomé Ureña.